Primer CAFÉ-MEDIACIÓN 26/06/2016 Cultura Accesible
El pasado jueves 26 de mayo se celebró el primer Café Mediación, un encuentro mensual que nace con la vocación de ser en un espacio para conocernos, compartir inquietudes, conocimientos, intereses y proyectos.
Esta primera convocatoria, centrada en el ámbito de la cultura accesible, fue el punto de partida de otros proyectos colectivos que comenzarán a lo largo de este año: los grupos de trabajo sobre mediación cultural y las jornadas de autoformación.
Nuestra intención es que, de un modo informal y a través de distintos temas, las mediadoras culturales, las educadoras de museos y aquellas personas interesadas en el mundo de la cultura y de su difusión, podamos estrechar lazos y trabajar de forma conjunta para mejorar nuestro trabajo y nuestra profesión.
A esta primera convocatoria acudimos más de treinta personas, algunas conocidas, pero muchas, y eso nos hizo especial ilusión, desconocidas. Mediadoras, educadoras, guías, fotógrafos, artistas, gestoras y gestores culturales, críticas de arte, estudiantes, comisarias y emigrantes retornadas compartimos mesa y proyectos durante más de dos horas.
¿Qué es la accesibilidad? ¿Es la cultura accesible? ¿Quién y para quién se diseñan los programas específicos de los museos? ¿Se necesita formación específica para desarrollar programas de accesibilidad?
Desde la definición del propio término de accesibilidad, que depende en gran medida de lo que se entienda por mediación y por acceso libre y justo a la cultura, hablamos de algunos de los aspectos más relevantes para quienes trabajamos en este ámbito.
Y es que a pesar del incremento de programas de accesibilidad –algunos interesantísimos- que se desarrollan en muchas instituciones, sigue dando la impresión de que muchos de ellos se desarrollan sin que exista un compromiso sincero con su función y su necesidad.
Marta y Eva, del colectivo Pedagogías Invisibles, defendieron en este sentido la necesidad de una mediación activista. Porque otro de los aspectos más preocupantes, no solo en los programas de accesibilidad, sino en los proyectos educativos y de mediación en museos, es la falta de difusión y visibilidad que tienen.
Precisamente la experiencia de este primer Café-Mediación, como la de otros encuentros sobre el sector en el que hemos participado, nos demuestra que hay muchos ámbitos de mejora y que lo que necesitamos es pasar a la acción en positivo. Reflexionar, sí, analizar y documentar; pero sobre todo proponer proyectos y acciones que desde nuestra propia actividad permitan que nuestro trabajo sea más rico, pero también más visible tanto dentro como fuera de las instituciones.
¿Tendrían más aceptación los programas de accesibilidad si se conociesen mejor? ¿Tendrían más “éxito de público”? Porque eso también es accesibilidad. Y sin visibilidad y concienciación tampoco hay recursos. Y por algún sitio hay que empezar.
La necesidad de un diseño horizontal y participativo, el giro educativo en el que nos encontramos -también en las instituciones culturales y en la educación no formal-, la necesidad de fomentar el diálogo, la importancia del tipo de discurso empleado, la necesidad de empoderar a los públicos y de trabajar también con los acompañantes de una forma colectiva son otros de los aspectos sobre los que hablamos.
Muchos temas abiertos para un encuentro que, para ponerle una pega, se nos quedó corto por las ganas de hablar. De esto también hemos aprendido, y procuraremos fomentar la recapitulación de conocimientos, de actividades y de propuestas en positivo, para concluir con un balance enriquecedor para los asistentes que, además, podamos compartir.
Gracias a Esther y Nur, de Entresijos; a Marta y Eva, de Pedagogías Invisibles; a María e Irene, del CaixaForum;a Azucena, del Reina Sofía; a Sara, del Prado; a Carmen, a Ana, a Carlos, a Vir, a Víctor, a Jesús, a Sara, a Rosalía, a Cristina, a Yolanda, a Susana, a Sara y todas las demás participantes (no hemos podido localizaros a todas) por venir y compartir vuestras experiencias. Ya sabéis que estamos agradecidas y emocionadas pero, sobre todo, ilusionadas por un proyecto que es de todas y que no ha hecho más que empezar.
Fotos de Van De Rouse